viernes, 17 de abril de 2009

Eduardo Galeano: "El mundo merece un mejor destino"


El destacado periodista y escritor Eduardo Galeano ha sido entrevistado recientemente en la televisión argentina. La entrevista es intensa y extensa, más abajo te dejo los enlaces a los vídeos por si tienes tiempo y quieres verla completa. Las siguientes frases suyas están sacadas de esa entrevista:

"Esta crisis es la confirmación de que el mundo está al revés: se recompensa la especulación y se castiga el trabajo
El mercado le tendría que pedir perdón de rodillas al mundo porque ha sido un Dios implacable que lo ha conducido a una catástrofe.
Este es un tiempo de revelaciones feroces y, como siempre ocurre, tanto en las crisis como en las guerras pagan los pobres
La cultura dominante habla de carrera, dice que hay que llegar, que hay que tener éxito.Eso es mentira, no se vive para ganar, se vive para vivir.
En el retrato del mundo de hoy, nadie puede detenerse. Hay un pánico, si parás te pasan por encima A veces hay que parar para poder seguir andando
El amuchamiento enmascara la soledad. No hay nada peor que estar solo pero acompañado, falsamente acompañado por una multitud donde nadie se encuentra con nadie.
En el mundo no hay una democracia de verdad, en el mundo hay ciudadanos de primera, de segunda, tercera y cuarta categoría, y muertos también.
Los jóvenes no creen y quizás tienen razón en no creer cuando asisten al espectáculo de circo que muchos políticos dan: prometen el oro y el moro, y después, desde el poder, hacen exactamente lo contrario de lo que habían dicho
Cada minuto mueren en el mundo diez niños por hambre o por una enfermedad curable, y cada minuto, el mundo gasta tres millones de dólares en industria militar. ¿Que clase de especie es ésta, que se dedica la exterminio del prójimo?
No creo que estemos condenados a repetir la historia, ni creo en la fatalidad del destino, creo que somos libres a pesar de todo, y que las cosas se pueden cambiar.
El mundo merece un mejor destino, quiso ser una casa de todos y merece ser algo mejor que un matadero o un manicomio"


Fuente: Espiritualidad y política

Puedes ver el vídeo completo de la entrevista en los siguientes enlaces a vídeos de 10 minutos cada uno en Youtube:

Galeano:"Mundo merece mejor destino" (1)
Galeano:"Mundo merece mejor destino" (2)
Galeano:"Mundo merece mejor destino" (3)
Galeano:"Mundo merece mejor destino" (4)
Galeano:"Mundo merece mejor destino" (5)

Otro manjar...Para Vosotros Obviamente


Antes de comenzar a desarrollar las principales características de las teorías tratadas por Horkheimer en su libro "Teoría Crítica", abordaremos en primera instancia que es lo que éste concibe por teoría. El autor plantea que describir lo que es la teoría en el estado actual en que se encuentra la ciencia, no es algo de mayor complejidad, definiéndola como “un conjunto de proposiciones acerca de un campo de objetos, y esas preposiciones están de tal modo relacionadas unas con otras, que de algunas de ellas pueden deducirse las restantes”. La eficacia de la teoría consistirá en que las proposiciones deducidas avengan con hechos u objetos empíricos.
Por otra parte, la teoría es siempre una “hipótesis” en relación a los sucesos empíricos. Es por esto que, vista desde esta perspectiva, es una acumulación de saber para facilitar la caracterización de los hechos y así poder deducirlos o anticiparse a ellos. Horkheimer expone que las ciencias sociales y humanas se esmeran en reproducir el modelo teórico de las ciencias exactas, pero a pesar de las diferencias entre metodologías o procedimientos de investigación de estos variados campos de ciencia, el concepto de teoría es el mismo.

El concepto tradicional de teoría, aplicado a los hechos históricos, propone una estructura lógica del saber histórico, planteando relaciones entre acontecimientos que son significativos, pero al mismo tiempo, procesos aislados y categóricos. Esta estructura similar a la teoría de la ciencia natural es en la que quiere operar la teoría tradicional. Ésta teoría, asume un conjunto de preposiciones cuya validez reside en su correspondencia con un objeto ya establecido previamente al acto de su representación. Aquí existe una escisión radical entre sujeto y objeto de estudio, convirtiendo a la teoría en una actividad meramente del pensamiento y al observador en un ente pasivo que se limita a describir los hechos “tal como son”.

En la teoría tradicional, entran en juego escuelas filosóficas de carácter pragmático y positivista. Estos señalan como misión de la ciencia “predecir hechos y obtener resultados útiles”. Esto hace que la teoría tradicional, tienda a desligar los hechos observados de los procesos reales, debido a su estructura de principios generales e independientes. Esto forma un concepto de teoría “independizado” o por decirlo de otra manera, ahistórico, transformándose la teoría en una categoría cosificada, ideológica.

Unos de los fines de la teoría tradicional es poder alcanzar un sistema unitario de la ciencia, ya que según este paradigma, el hombre esta determinado intrínsicamente a querer homogeneizar y unir, evitando todo contraste. Aquí se denota el problema en el que se encuentran inmersas las ciencias sociales, al estar sumidas en una racionalidad instrumental positiva, no son una ciencia histórica transformadora, sino mas bien, una ciencia pasiva y legitimadora de la sociedad burguesa. Es así como el comportamiento humano que es resultado de las condiciones y características antes nombradas, conforma un individuo que “acepta naturalmente como preestablecidas, las destinaciones básicas de su existencia, esforzándose por darles cumplimiento”.
En contraparte a la teoría tradicional, la teoría critica considera que la ciencia como el hecho estudiado por ésta, están subordinadas a la praxis social, esto quiere decir que el sujeto y el objeto están sujetos a una preformación social. Aquí el objeto no se encuentra posicionado de forma natural, como tampoco el sujeto es un notario pasivo de los hechos de su alrededor, sino que ambos, son producidos socialmente. Horkheimer lo plantea diciendo que “el mismo mundo que, para el individuo, es algo en sí presente, que él debe aceptar y considerar, es también, en la forma en que existe y persiste, producto de la praxis social general”.
Como veíamos anteriormente, la teoría tradicional se basaba en la producción de un sistema unitario de ciencia, pero en la teoría critica, se preocupa por cruzar la frontera de la unilateralidad científica, proponiendo superar este problema basándose en la tarea del científico, que consiste en trabajar la relación entre teoría, hechos y ordenamiento de conceptos, como primer paso para avanzar en este estancamiento de la teoría tradicional. El saber al no ser un ente ahistórico y cosificado, se transforma en una teoría histórica, queriendo decir que cambia, al igual que los hechos y los sujetos observantes, “cada paso de la teoría critica responde a la noción de hombre y naturaleza ya presente en las ciencias y en las experiencia histórica”. La teoría no debe quedar en la acumulación de hechos e hipótesis aisladas, sino que en una construcción de la totalidad de hechos que desarrollan la historia.
En la teoría critica, no existe discrepancia con la teoría tradicional sobre la concepción de que los hechos son externos al sujeto (aunque la visión crítica acoge una noción dialéctica de la relación sujeto-objeto). La diferencia recae en la connotación que se le da a ésta relación, que se abarca desde la perspectiva que los hechos son externos al individuo, pero no en el mismo sentido que es relacionada en la teoría tradicional, ya que para la visión critica los hechos son producidos desde una praxis social, o sea son una elaboración humana y por ende, están condicionadas a caer bajo control de los hombres.

La teoría crítica realiza un reparo enérgico a la teoría tradicional, en lo que se refiere a la aceptación de lo externo al sujeto como “algo dado”, establecido por leyes universales indelebles. El autor plantea en el texto que “para la concepción tradicional del mundo que se halla en acción reciproca con él, representa para su sujeto una suma de facticidades; el mundo existe y debe ser aceptado”. Pero para la teoría critica, los hechos son externos, pero al mismo tiempo, un producto humano, lo que quiere decir que, si existe una praxis social dada que conforma hasta las mas individuales representaciones de comportamiento, el hombre al actuar racionalmente consideraría inhumano esta forma de existencia, teniendo en cuenta que este carácter inhumano resonaría en todo lo que tiene relación con la sociedad. Entonces el autor nos plantea que aceptar algo que contiene un carácter inhumano, es meramente irracional.
La teoría crítica (con un carácter político marxista detrás) tiene como fin una lucha teórica con lo establecido, que logre la superación de la injusticia social, busca ser instrumento de liberación social del hombre habitante de la sociedad moderna. Horkheimer considera que “para pasar de la forma de sociedad actual a una futura la humanidad debe constituirse, primero, como sujeto consciente, y determinar de manera activa sus propias formas de vida”. Para esto, es necesario que las ciencias sociales superen la racionalidad instrumental en que se encuentran inmersas, para poder ser una teoría y ciencia que analicen de forma clara las relaciones de clase y entre individuos de la sociedad mercantil, pudiendo ser así un agente de “transformación histórica”.

http://homosonare.blogspot.com/2008/06/teora-tradicional-vs-teora-crtica.html

PD:Los Creditos de esta entrada corresponden a mi amiga y compañera Camila Bahamondes

miércoles, 15 de abril de 2009

Nicanor, Nicanor Parra.


Personalmente Nicanor Parra me provoca esas cosas distintas que se sienten al leer algo, cualquier cosa, y que centran la atención fuertemente en este "antipoeta" (evidentemente que no se trata solo de un poema). Es como quizás cuando escuchamos alguna buena canción, nos interesa y conocemos el disco completo del artista, la discografía, etc. Está claro que esto toma tintes distintos, pues, se trata de Poesía.

Para contextualizar un poco, pues, no es el ánimo construír una biografía, nace en 1914 (en septienbre cumple los 95), en el seno de una familia de artistas (cosa clara). Sin embargo fue el único con la oportunidad y el hambre de educarse más allá de la primaria. Estudia Matemática y Física en la U de Chile (incluso se matricula para estudiar al mismo tiempo Ingeniería, Leyes e Ingles, aunque poco duró en ese intenso trote), Mecánica avanzada en EE.UU y Cosmología en Gran Bretaña. Cosa que resulta llamativo, por lo menos es difícil encontrar a alguien en alguna Facultad de Ingeniería o Ciencias Físicas y que además tenga la suficiente sensibilidad para hacer poesía (que me parta un rayo ahora mismo si hay alguno en el 2009) y sobre todo a ese nivel.

Recuerdo cuando me interesó Parra, en uno de los programas de Una Belleza Nueva en donde un cura (que no recuerdo su nombre) era seguidor y "traductor" de su poesía. Colocaron en audio la declamación hecha por él mismo (Nicanor Parra) de su poema "El Hombre Imaginario", y me pareció espectacular. (he buscado mucho ese audio original y no le he encontrado, si alguien lo tiene sería de agradable que lo compartiera).

Ha sido portulado para el Premio Nobel en más de un par de oportunidades.

Les dejó con El Hombre Imaginario, por su puesto, si quiere agregar algo o comentar lo pueden hacer con absoluta libertad, esa es la finalidad de esta publicación, además de la intención medio alocada de mis dedos después de un día de mucha Teoría de Sistemas, que me dejó ganso.

PD: Aún no me cae ningún rayo.



El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario

domingo, 12 de abril de 2009

Un pequeño manjar para Vosotros

PAUTA DE CORRECCIÓN – CERTAMEN DE SOCIOLOGÍA POLÍTICA

Profesor Fernando Robles Salgado


1. Defina el concepto de poder de Max Weber y especifique que método propone Weber para evitar la circulación amorfa del mismo.

Respuesta: Poder significa la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aún contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esta probabilidad. Para evitar que el carácter amorfo del poder circule sin control, éste debe convertirse en dominación, es decir en la probabilidad de encontrar obediencia contenida entre personas dadas.


2. Para que se produzca una crisis de legitimación se necesitan condiciones específicas. Descríbalas y señale cuál es la reacción del aparato del Estado al verse amenazado por una crisis, según Habermas.

Respuesta: Habermas entiende una crisis de legitimación en el contexto de una crisis generalizada de racionalidad sistémica, para el desencadenamiento de una crisis de legitimidad se requieren las siguientes condiciones: (a) la existencia de una crisis de carácter deficitario en el Estado, haciendo desaparecer el velo de “naturalidad” de las relaciones de producción; (b) cuando fracasa el manejo de la crisis por parte del Estado, es decir, lo que se manifiesta en que éste no alcanza a cumplir con las exigencias programáticas auto-impuestas. El aparato del Estado reacciona con: símbolos expresivos difusos tendientes a la penalización de los problemas estructurales; técnicas publicitarias que apelan al prejuicio; estigmatización de las características de otros; apelación a los sentimientos de culpa y estimulación de motivaciones inconscientes; se busca a los culpables “afuera”: el Estado emprende tareas de planificación ideológica.


3. Describa dónde se integra el sistema de la sociedad, según Parsons.

Respuesta: El sistema de la sociedad de integra en L, todo los demás puede fallar. Pero si colapsa L, la sociedad se desintegra.

José Pablo Feinmann

Les dejo acá una serie de videos del filosofo José Pablo Feinmann...





sábado, 4 de abril de 2009

(Sin Título). Fragmento.


El día en la población se desarrolla prácticamente igual que en los anteriores. Muchas cosas no cambian y si han de variar algunas, son quizás imperceptibles y de poca relevancia.

En el corazón de la población está la cancha de fútbol, cerrada hace ya varios años por alguno de los programas gubernamentales para el deporte amateur. Tras las panderetas de esta especie de “estadio”, por la parte que da al exterior, la vida de muchos de los vecinos converge. De una u otra manera, casi la mayoría de los lugares que concitan aglomeración de personas bordean la cancha. Los almacenes detallistas, un depósito de gas licuado, una botillería con máquinas tragamonedas, oscuros locales para servirse alcohol, legales o ilegales, un jardín infantil, una nueva sala cuna, una iglesia evangélica y a poco andar otra católica, un paradero de microbuses, entre otras cosas.

El aspecto del lugar, es indudable, ha mejorado. La pavimentación de las calles es completa desde hace un par de meses, por lo que le ha dado una vista diferente a la población, en conjunto con los mejoramientos de las viviendas paulatinos. Sin embargo, algo parece no estar funcionando bien. Algo hace que el color de la población siga siendo gris, como cuando el polvo de los autos y las micros nos dejaban los cabellos plomos y los adornos de los interiores de las casas empolvados.

Y no hace falta detenerse mucho tiempo para identificar los principales factores que “frenan” la brillosidad con que se supone debemos empezar a ver el barrio. Ese ejercicio resulta sencillo. Por ejemplo, lejos de disminuir el número de alcohólicos que rodean las paredes externas de la cancha, van desgraciadamente aumentando. No son pocos los que pierden días enteros parados en las esquinas, esperando la moneda salvadora o la invitación deseada que les permita mantenerse como el cuerpo les pide, borrachos.

No es un hecho aislado, no es una casualidad ni una predestinación, pero muchos de los hijos de esos borrachos ya han dejado el colegio, en plena enseñanza media o básica. No es casualidad tampoco que los hijos de estos borrachos sean muchos, tantos que en el día no caben en sus casas y tengan que salir a jugar a la calle, calle donde lamentablemente su padre, su tío o su abuelo, tradicionalmente ejemplos a seguir, beben alcohol a destajo.

A causa de que no caben en las casas porque son muchos los integrantes de las familias, deciden, lo que siguiendo esa lógica resultaría adecuado, arranchar sus casas, agrandándose precariamente hacia los costados con materiales ligeros y comodidades difíciles de encontrar, como si se tratase de la solución perfecta, aún cuando los programas habitacionales, dada sus vulnerabilidades, pueden serles favorables a cambio de un poco esfuerzo monetario. De esa manera habitan en la humedad del invierno y lo sofocante del verano, en espacios reducidos y sin separaciones de ambientes, cuatro paredes son cocina, living y dormitorio. Es más, a medida que pueden siguen, de a poco, extendiendo el rancherio hacía ya lugares casi inimaginables, sin ninguna aparente intención de algún día obtener una vivienda propia, digna y cómoda.

Esas cosas hacen ver al barrio estancado (detalles que hacen clave nuestro subdesarrollo), sin dejar atrás que ya muchos se han dado cuenta de que ese no es el camino efectivo para enfrentar las cerca de ochenta años promedio que vive hoy un chileno y han decidido salir adelante por sí solos, algunos con el apoyo de los padres y otros, en forma individual. Por lo visto, sí tenemos razones para ser positivos. Lo demás, debería corresponder a preocupaciones que hay tener para tratar de alcanzar una satisfacción generalizada (detalle clave para el desarrollo).

Mientras pasan las horas, hay movimientos de gente que ya sea llega a almorzar del trabajo, del colegio o de la picá`, etc. Con este movimiento reaparecen también los perros vagos, que tampoco son un número menor, encargándose de saludar o espantar, dependiendo de quien se trate, a algún visitante ajeno al pasaje de la población. Casi siempre carteros, ciclistas y motoristas, muchas veces carabineros, corresponden a la segunda alternativa. Entonces, eso representa otra característica que opaca el avance de la población.

Sin embargo, a pesar de las cosas que hacen que la población permanezca en un a priori “estancamiento”, sus principales protagonistas no parecen estar preocupados. Abundan los juegos de niños, que muchas veces dificultan el paso de los automóviles, las risas, los gritos, una que otra fiesta, los muchachos parados en las esquinas (no creo que exista otra expresión física mayor a esa para perder el tiempo).

Aquí las mujeres se encargan de arreglar, como puedan, a los hijos, y los hombres de traer el sustento. En este sentido también ambos parecen cumplir sus tareas a medias. Sobre todo los hombres, muchas veces los mismos que se paran en la esquina, dejan mucho que desear como sostén familiar. Trabajar dos o cuando mucho tres meses seguidos resulta imposible sin hacerse un recreo constante una vez terminado el periodo de trabajo para perderse en ocasiones por igual número de meses en el alcohol. En aquellas circunstancias es muy poco lo que puede hacer la madre para sacar adelante a su familia, por lo que decide sentarse en la banca de madera de afuera de su casa, ubicada entre dos árboles, bajo la sombra, tardes enteras a conversar con las otras madres, que muchas veces son sus mismos familiares. Pues, familias enteras viven a muy pocos metros de distancia y en muy pocos metros cuadrados de extensión, haciendo del apoyo intra-familiar la base de su subsistencia.

De esta forma viven hacinados, en condiciones que podrían ser mucho mejores si se lo plantearan, con pocos ingresos producto de las irresponsabilidades o dificultades, para no involucrar a todos los padres –por lo menos de mi cuadra- (uno que otro se salva) para salir adelante con su familia.

Por supuesto que la droga también está presente. Cómo no nombrar a la (está claro que no lo es), como a veces se puede escuchar en ambas cámaras del Congreso. Diferentes son las historias de los caudillos de la marihuana, en el que un mal día para ellos son allanados y un buen día (que generalmente no tarde en llegar) son liberados mágicamente para seguir con el gran negocio (¡una que otra ley les favorece siempre!). No es difícil saber los lugares dentro de la población, diferentes códigos que se hacen constantes. No me costó mucho deducir porque tantos jóvenes (hablo de muchos, en ocasiones demasiados) caían en gracia de una familia del pasaje paralelo al que vivo. Tantas visitas de un sector contemporáneo al mío, unos más “flaites” y otros más “piolas”, seguramente no obedecía a la simpatía entre la familia y los visitantes. Es esa la vulnerabilidad de la que se alimenta en demasía la población, algo que no fluye bien entre padres e hijos, algo que seguramente, en un porcentaje importante por lo menos dentro del barrio, no engrana como debería.

A simple vista el microtráfico y el consumo de marihuana ha aumentado notablemente, ya el Plan Cuadrante de Carabineros hizo su trabajo, que no se le critica de ningún modo, en la delincuencia, pero una falencia importante es esta, y que si las policías no resuelven a tiempo puede llegar a costar caro para nuestro capital social.

Se entiende entonces que la convivencia, en estas circunstancias, si bien es cierto no es mala, sí llega a ser complicada. Sobre todo por la mediocridad en que se desarrolla en ambiente y en el que difícilmente podrá llegar a motivarse a las generaciones que ahí crecen para ser mejores individuos. A este paso, es difícil pronosticar buenos augurios. Más bien sería irresponsable (idea que me parece no comparten las cabezas dirigentes).

Algo hace falta y que impresionantemente a nivel de autoridades, no se está haciendo, y que como consecuencia de aquello, solo a nivel de sociedad es muy difícil combatir.


J.C.T.M. 2009

¿Qué le pasa a un mortal que pone en duda la existencia de Dios?

jueves, 2 de abril de 2009

La simple necesidad de intentar llenar espacios que no sé en qué lugar me parecen estar vacíos.
las ganas de crear lentamente algo que de seguro jamás se completará.
Espacios de allá o espacios de acá, qué importa,
si al fin y al cabo son espacios vacíos.

Así, de esta forma, espero aportar con algo.

Para empezar no me parece nada más apropiado que una de las columnas que Cristián Warnken escribe en El Mercurio, sí...en El Mercurio...Me costó trabajo elegir cual de ellas colocar, pues, cada una deja un sabor distinto que inspiraría casi a cualquiera. Cosas que se agradecen leer de vez en cuando, y que quiero compartir. Una bueno forma de arrancar...



Quien Sabe...

Todavía no amanecía. A la hora más misteriosa de todas, me senté a mirar por la ventana de la biblioteca que da a mi jardín, a esperar el primer rayo de luz. Hora incierta, en el "todavía no" de los pájaros y en el "sí" de la estrella de la mañana.

Ahí estaba, rodeado por mis cinco mil libros y por un silencio vivo. Ese silencio que sabe más de nosotros que lo que nosotros de él.

Todavía no amanecía, y yo estaba ahí, hechizado por la hora más pura de todas.

Y, entonces, una voz que podría haber sido la mía o de otro (¿de quién?), como salida de ninguna parte, me susurró al oído muy suavemente y me dijo: "No sabes nada". Eso fue todo, dicho con un tono no de recriminación ni de burla, sino con serenidad y -así lo sentí- infinita ternura. "No sabes nada". Nada más y nada menos. Miré hacia todos lados, buscando a alguien (una presencia) que me hubiera hablado. Pero no había nadie. En realidad estaba yo. Yo y nadie (esa voz) y el silencio.

Entonces tuve una sensación inédita que me traspasó entero como un rayo, que se instaló en todo mi cuerpo, en cada célula, en cada poro: la sensación absoluta, total de no saber nada. Un "no sé nada" temblaba en toda la habitación, como el "nevermore", aquel del cuervo del poema de Poe. Pero los pájaros todavía no habían alzado el vuelo en mi jardín. Y el primer rayo de luz aún no entibiaba el pasto.

Entonces, sentí que todos los libros que me rodeaban se ponían a llorar al unísono, como niños perdidos en el bosque. ¡Mis cinco mil libros lloraron! ¡Lloraban de saber que no sabían! Los libros de filosofía, de ciencia, de teología, de literatura, todos lloraron. Yo y mis libros lo entendimos de inmediato: nadie en esta dimensión en que nos tocó vivir, bajo este cielo y sobre esta tierra, sabe nada. Los que dicen que saben, mienten: se mienten a sí mismos y derraman una mentira que infesta al mundo. Todo aquel que esté dispuesto a esperar la hora más misteriosa e incierta de todas, sentado frente a su jardín vacío, escuchará tarde o temprano esa voz que le dirá lo único que hay que saber an-tes de que amanezca: que no sabemos nada. No hay nada que saber. Por ahora. Nada.

Entonces me pareció oír las preguntas desesperadas de tantos que -como niños huérfanos de certeza-, arremolinados frente a mí, como frente al mensajero que trae una noticia terrible, dirían: "¿No sabemos nada? ¿Nunca sabremos? ¿Podremos vivir sin saber?".

Entonces los abrazaría como a hermanos en lo incierto, y con la misma paz de esa voz oída en el silencio de mi biblioteca, les diría: "No sé nada, no sabemos, no hay que saber nada". ¿Y qué haremos entonces con nuestras amadas certezas que llevamos en la sangre? ¿Qué haremos con todos nuestros muertos, con todas nuestras preguntas, con nuestra sed de saber, con lo que nos quema el corazón? No haremos nada: saldremos a nuestro jardín -otra vez como niños- a jugar que no sabemos, a aprender -como fue antes- a no saber. Y entonces imaginé a millones de seres humanos -de todas las creencias, razas, edades- salir a la calle -como cuando nieva- a mirarse como niños perdidos y felices, a decirse unos a otros: "No sé". Vi al ateo decirle, sin soberbia, al creyente: "No sé". Vi al creyente decirle al ateo, sin miedo: "No sé". Vi al científico reduccionista decir con infinita dulzura: "No sé". Vi a los sabelotodos, con el rostro iluminado por una luz inédita, decir: "No sabemos nada".

Y entonces, justo cuando el primer rayo de sol cayó sobre el pasto y el primer canto de un pájaro irrumpió en el silencio del alba, me asomé a la ventana de mi jardín y vi algo extraordinario, que me emocionó hasta las lágrimas: ¡Un niño muy pequeño, el más hermoso de todos, caminaba sobre las aguas de la piscina! Juro que lo vi: ¡Un niño caminaba sobre las aguas! Fue entonces cuando comenzó lentamente a amanecer...