Es
difícil
tratar de
explicar
en una
pequeña
columna qué
es el
arte. Ni
siquiera sé
si podré
hacerlo de
manera
correcta o,
en última
instancia,
si las
reflexiones
presentadas
aquí
tendrán
algún
sentido. No
obstante,
quiero
detenerme
en dos
cuestiones
centrales:
- la primera dice relación con el establecimiento arbitrarios de categorías dicotómicas erradas; y
- la segunda pretende presentar la idea de cuan incrustada esta la artesanía en lo que se denomina como “arte” y de lo inherente que es la primera en la génesis de la segunda.
La
idea
central pa'
hacérselas
corta (como
diría mi
tío) es
que, en
cada
“artista”
debe haber
inherentemente
un
artesano.
Más aún,
me parece
una
condición
sine qua
non (como
dirían los
siúticos)
para la
existencia
del
artista. Y
digo del
artista y
no del
arte porque
a mi
parecer, el
arte como
concepto se
presenta
ante los
simples
usuarios
del mismo
como un
concepto
“más
elevado”,
“puro”,
“magnánimo”,
etc. que
el de
artesanía...
“aaah
artesanía,
esa hueá
que venden
en la
cuneta de
la cuadra
respectiva
por quina”.
Sin
darnos
cuenta,
hemos hecho
(y seguimos
haciendo)
diferencias
desde
categorías
arbitrarias
sin pensar
realmente
que cresta
es lo
que estamos
haciendo.
Hemos
establecido
en este
caso
particular
una
dicotomía
vertical
supuesta en
prácticas
cotidianas,
en statuses
establecidos
por alguien
en algún
momento, en
el que
obviamente
nosotros
particularmente
no
estábamos
incluidos.
Con esta
lógica parcelada
de análisis
generamos
simplicidades
y
dicotomías en
áreas en
donde no
las hay,
como el
caso de
la
separación entre
artesano/arte.
El tema
de asignar
un rol
a cada
uno de
ellos según
un status
y
jerarquías determinadas
sólo
oculta la
“verdadera
relación” que existe
entre
ambas, una
relación en
donde la
artesanía juega
un rol
fundamental
en la
confección tanto
social como
material de
lo que
nosotros
denominamos
como
“arte”. En
palabras
simples,
este
parcelamiento
absurdo no
da en
el ancho
para
describir
de buena
manera la
relación entre
artesanía y
arte, generando
prejuicios
y
naturalizaciones
como la
de
menoscabar
el rol
social del
artesano
frente a
la del artista.
Hilando
más fino, estas categorías sólo pueden existir dicotómicamente. la visión que hacemos del mundo, ese
aprendizaje me parece mas “fácil” de esta forma... debe ser
más fácil evitar las complejidades de esta manera, sin
embargo, la
separación no deja entrever las relaciones. O más bien, esconde los
matices que puedan existir. Esto matices los hace la subjetividad, la
historicidad, la interacción social inherente. (Ya
lo sé!
somos
sujetos
históricos
y no
es nada
nuevo lo
que digo,
pero que
va! Déjate
de joder
y sigue
leyendo)
La
dicotomía
arbitraria
y vertical
que he
mencionado
es bazofia,
principalmente porque
en ella
no se
considera
una
cuestión
básica en
la metódica
del “hacer
arte” o
de
convertirte
en
“artista”.
Me explico,
al margen
de este
arte
elevado en
las altas
cumbres del
Everest,
debe
existir en
este caso,
y por
una
cuestión
lógica, un
“artista”.
Y donde
hay un
artista
debe haber
un
artesano.
Un artesano
de ideas,
perspectivas,
miradas
etc. ese
huevón al
que
llamamos
artista
debe ser
capaz de
recoger
artesanalmente
del mundo
lo que
convertirá
en arte
por una
hueá muy
simple,
nada es
arte en
sí mismo.
Es sólo
que a
veces la
significación
del arte
la hacemos
de forma
individual
y material, y otras,
la
cuestión
se nos
presenta
como arte
de
entradita.
La
categorización asigna un área de influencia tanto social como
material a cada una de las unidades que componen la dicotomía, es
cierto que hay categorías que se construyen dicotómicamente, es
decir, que quizás no existirían si no fuese de esta forma. Tenemos
también connotaciones, significaciones que se acrecientan
socialmente sólo de forma dicotómica, es el caso de las rivalidades
deportivas, es impensado creer que Barcelona seria lo que es sin un
Real Madrid. No obstante, parece que nos “quedo gustando” el
jueguito lógico y desde un tiempo a esta parte pareciera que no hay
otras formas de constituir realidad, el caso que presento en esta
columna es un buen ejemplo.
Es
a esta categorización a la que debemos modificar y reconvertir, la
llave esta en desnaturalizar esta separación en base a dos
procesos. Primero, ver la relación dialéctica entre arte y
artesanía (y así con cada categoría dicotómica) anclado en que el
artista necesita hacer una labor artesanal a la hora de generar su
“arte”, o sea, necesita recolectar ideas, confeccionar
imaginarios, a la hora de "producir". Y la segunda y más importante
consiste en La
re-conversión
del “arte”
desde lo social, entendiéndolo así,
y no como algo natural. Este proceso
es
artesanal
ya que
requiere de
interacción, confección
y
recolección de
ideas. Y acá esta la
paradoja
interesante
ya que,
cuando algo
ya nos
parece
“natural”
es porque
ya la
cuestión
es
hiper-archi-mega-
social. Y
ya de
natural, le
queda bien
poco po
cabros.
PD: agradecimientos para @el_paria por su colaboración :)
PD: agradecimientos para @el_paria por su colaboración :)
3 comentarios:
@elparia
buena la columna pero ahora se me ocurrio un punto mas en el debate
tiene que ver con la denominacion de artesano hoy en dia o , pa hacerla corta, ¿que implica el ser artesano?
(por ejemplo hoy cualquier tipo que compra un artefacto en china o en otro lado y lo vende en su puestito se autodenomina artesano)
De cierta forma muchos d nsotros hacemos artesania diariamente. No solo en el ambito de la venta y hechura de souvenirs. Ahora segun lo k tu planteas en tu ejemplo, eso es un puro y basico rqazonamiento economicista(desde la economia clasica) y claramente de artesano tiene bien poco
@elparia
lo economicista depende del concepto que tengas de artesania (material,idealista) , cual vendria ser ese concepto?
es mera abstraccion o tiene algo de practica y accion?
Publicar un comentario