Cerro a la izquierda #P4
(viernes 22 de junio del 2012)
(viernes 22 de junio del 2012)
(by Gama @gamasilvac )
En este programa de Cerro a la
Izquierda abordamos la problemática de las antenas de telefonía móvil y la
contaminación electromagnética en el sector de Cerro la Pólvora. En esta ocasión
contamos con la participación del Sr. Gerardo Ravanal y el Sr. Roberto Konyg,
presidente y vicepresidente, respectivamente, de la Junta de Vecinos de población
Vista Hermosa, ubicado a los pies del Cerro la Pólvora.
Comenzamos la conversación
remontándonos al pasado del territorio, en una época en donde no estaban
instaladas las antenas, a la época en la que se instalo la población en su
actual emplazamiento, en los años 50 y 60, cuando los grandes fundos que
rodeaban Concepción empezaban a ser ocupados o divididos en parcelas y vendidos. De esta forma los vecinos de Cerro
la Pólvora lograron establecer sus hogares en estos territorios, urbanizando de
forma comunitaria el naciente barrio, gestionando ellos mismos la electricidad
del lugar, donando algunos trozos de terrenos para ser convertidos en calles y
veredas, además de construirlas y financiarlas ellos mismos.
En el actual paño de terreno en donde
se emplazan las antenas de telefonía existía una enorme arboleda con eucaliptos
y araucarias que era usada como sitio de recreación por los pobladores, en
donde el antiguo dueño contribuía en las celebraciones de fechas importantes.
Se empezaron a instalar antenas de radio en la década de 1960, en la parte alta
del cerro, cuestión que no impedía el uso del lugar en donde están emplazadas e
incluso integrándolas a la celebración, llegando a colocar banderas en Fiestas Patrias.
La instalación de antenas contaron con
la articulación de respuestas y reivindicaciones por parte de los pobladores,
juntas de vecinos y algunas autoridades locales, manifestándose en las calles
que ellos mismos construyeron en décadas anteriores, reivindicando las
normativas existentes que impedían la circulación de camiones en sus pasajes. La
respuesta de las empresas no se hizo esperar, levantando demandas en contra de
las autoridades que se resistían y escudándose e detrás de carabineros cuando
no dejaban pasar sus camiones.
Finalmente, la represión de
carabineros y la connivencia de las autoridades municipales y estatales termino
por desmotivar la participación de importantes sectores de la población, aunque
se trato de una derrota los pobladores supieron también ir adaptando sus estrategias
de lucha en los escenarios que se planteaban, actuando esta vez a través de
recursos de protección presentados ante la justicia y a través del cabildeo
efectuado antes diversos parlamentarios para intentar comprometer sus apoyo
antes una legislación que contuviera los avances del las antenas en nuestros territorios.
Actualmente nos encontramos en la
coyuntura de la promulgación de una nueva ley que en cierto modo restringe la
instalación de antenas en diversas zonas del país además que velar por la no
saturación de antenas en los territorios, debidos a los nocivos efectos que la
contaminación electromagnética provoca
sobre las personas. Estos efectos están ampliamente documentados y entre ellos
se cuentan efectos térmicos sobre los organismos que habitan cerca es decir el
calentamiento progresivo de partes del cuerpo que posean agua en mayor
cantidad, tales como ojos y masa encefálica. Entre sus otros efectos están la
mayor ocurrencia de cefaleas, insomnio y trastornos del sueño, mareos y
nauseas, además de promover mutaciones en mujeres embarazadas. Sus efectos
sobre el precio de las propiedades adyacentes tienden a presionar los precios
de las viviendas a la baja y no solo esto, tiende degradar barrios enteros. El
lugar en donde ahora se instalaron las antenas ahora es un foco de drogadicción
y delincuencia que enturbia las relaciones vecinales en la comunidad del Cerro
la Pólvora.
Si bien la ley se establece como
retroactiva, es decir afectando a los
sitios donde ya estaban instaladas las antenas, la Asociación de Municipios de
Chile ha reclamado por la escasa participación que ellos han tenido en la elaboración
de esta ley y acusan que la nueva normativa favorece a las empresas a la vez
que resta atribuciones a los municipios. Si esto no deja de ser cierto, en
varios aspectos la nueva normativa es bastante progresista al centralizar en
una sola autoridad la responsabilidad de fiscalizar la instalación y
funcionamiento de las antenas, considerando que antes la responsabilidad de fiscalizar
estaba repartida en varias autoridades entre ellos el ministerio de Obras Publicas, el
Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones y la Dirección de Aeronáutica Civil.
Su punto mas bajo es el plazo que las
comunidades, organizaciones de base o Juntas de Vecinos, poseen para apelar
ante la autoridad que solo asciende 10 días lo que sin duda es insuficiente
considerando la cantidad de documentación altamente especializada y técnica que
deben presentar para una reclamación de este tipo lo que evidentemente escapa
muchas veces de las capacidades y conocimientos de organizaciones de
pobladores.
Creemos que esta nueva ley es un
avance, no como se esperaba, pero entre lo que había y que será ahora, notamos
un cambio positivo. Pero mas que sentarnos y cruzarnos de brazos, el camino que
ahora nos espera estará lleno de alegrías y fracasos, de los que debemos
recuperarnos y seguir luchando por eliminar cualquier rastro de estos mástiles
que ensucian nuestro barrios y afectan nuestra salud.