miércoles, 23 de mayo de 2012

“Un Subsidio para todos por respirar”: Análisis critico de la “bonificación de las políticas publicas”



                El tema a analizar en la columna se centra en el discurso presidencial del 21 de Mayo reciente, me quiero enfocar especialmente en el área que delata una ideología estatal, propiciada por el sistema neoliberal, que ha sido punto común de análisis en los últimos 22 años, el excesivo papel de los bonos y subsidios de distinta índole (productivo, sociales, étnicos, etc.) o literalmente la “bonificación de las políticas publicas”.

           El hecho de dar bonos y subsidios para alimentación, para movilidad social, por bodas de oro, por nivel de ingreso, etc delata una doble cara; por una parte se generan cortinas de humo en torno a problemáticas profundas que tienen su “solución” en políticas superficiales, o para resumirlo coloquialmente se trata de “tapar los hoyos del camino con tierra para que dure un rato “. Por otro lado el papel instrumental y funcional que adquieren las políticas publicas que están tras estos bonos y subsidios.

       La primera arista se relaciona con posicionar a los subsidios y bonos como soluciones parche a un sistema que comienza a dar claras señales de desgaste. Un desgaste escenificado en movimientos sociales de distinta índole que demandan un cambio sustancial en las relaciones mercado/sociedad, basta recordar el movimiento estudiantil de 2011, o las protestas ambientales en torno a la instalación de termoeléctricas e hidroeléctricas, u hoy en día, los reclamos regionales por los altos grados de exclusión territorial.  Estos síntomas de desgaste tratan de ser solucionados de una manera superficial, orquestada por un aparataje mediático y político que intenta disfrazar a los bonos y subsidios de soluciones definitivas, cuando en realidad solo son un parche de problemas mas profundo, y en muchos casos propios del funcionamiento estatal.

Aquí juega un papel central el chouvinismo (visto como una exaltación  excesiva  de ciertas practicas y discursos sociales que caen en la demagogia o “vender humos”)  del discurso politico, especialmente por parte de los presidentes y ministros que tienden a ubicar estos subsidios como temas centrales en  la palestra publica. Estas cortinas de humo son útiles para mantener el foco centrado en el subsidio o bono especifico, obstaculizando una mirada mas amplia al proceso  Por ejemplo al hablar de bonos para la alimentación familiar de los quintiles mas pobres se esconden tanto las desigualdades sociales centradas en el ingreso como la exclusión social que esta desigualdad genera . O sea problemáticas de exclusión social y desigualdad se reducen a la alimentación familiar y lo  que es peor, a montos en dinero.


El segundo tema es mas profundo y tiene que ver con la reducción de las políticas públicas a la implementación de bonos y subsidios, o sea, una política estatal solo como un instrumento que entrega recursos.

Este papel tiene mucho vínculo con el sistema-mundo, a razón de Wallerstain, impuesto en Chile que reduce el papel estatal a subsidiar y promover actividades sociales. Esta noción de política publica esconde sesgos de participación (papel paternalista de las organizaciones estatales hacia las comunidades y lazos de dependencia) y verticalizacion en la toma de decisión (políticas sectorizadas y empaquetadas desde el ente central sin capacidad de modificación local).

En resumidas cuentas estas nociones de bonificación y subsidio solo perpetua relaciones de dominación entre ricos y pobres. Para generar verdaderos cambios se necesitan cambios estructurales en la manera de enfrentar las problemáticas, o sea, un cambio en las relaciones Estado/Comunidad/Mercado. Ojo eso si no se engañe lector , aquellos grupos políticos que hoy ponen el grito en el cielo frente a esto hoy en día , fueron los mismos que ayudaron a mantenerlo y hacerlo cambios cosméticos . El mejor árbol de arrime son los movimientos y organizaciones sociales (ONG, agrupaciones en terreno) que han concentrado estas temáticas en resistencia en lo últimos 22 años.

una columna de @elparia , sígalo!!!

domingo, 20 de mayo de 2012

Una breve reflexión sobre las palabras del Sr. Boza



Básicamente, son 2 las cosas que podemos develar del trasfondo de los dichos del Sr. Boza, la primera se refiere a la diferencia entre el nivel de habilidades esperadas para un alumno universitario y el nivel que realmente existe dentro del alumnado, además de las diferencias de habilidades entre un alumno que tuvo acceso a una buena educación básica y media y uno que no tuvo tal cosa. Y la segunda  corresponde a una cosa que ha sido denunciada por Gabriel Salazar y es la fijación que posee la elite chilena por mirar afuera, Europa, Asia, Norteamérica, para construir las soluciones de adentro, mas que nada, la incapacidad de formular algún idea , proyecto o solución , arraigada en lo local.

Cristian Boza, amigo de Piñera, quiere nadar en el Mapocho
Para nadie es un misterio la tremenda desigualdad de Chile. Es un país sumamente desigual y en todo ámbito de cosas, salud, educación, vivienda, trabajo, justicia. Pura segregación. En este marco de relaciones, vemos que el Sr. Boza ideo un plan de estudios, o mas bien plagio un plan de estudios proveniente de otro contexto nacional para que jóvenes chilenos estudiaran arquitectura. Pero se encontró con que sus alumnos no tenían sofisticación, ni cultura ni refinamiento ni ninguna cosa que este personaje esperaría de un estudiante universitario. Pues bien, este personaje algo tiene razón.

Con las palabras equivocadas, o políticamente incorrectas, hizo una triste constatación de lo que a diario se reproduce en las universidades de este país. La reproducción de las desigualdades en las aulas universitarias. Cuando pones a competir a un joven económicamente vulnerable (pobre) proveniente de un liceo municipal de baja calidad, con un joven de alto recursos económicos y proveniente de un buen colegio pagado, aun en igualdad de condiciones, el segundo tiene mejores perspectivas de rendimiento, mejor desempeño, incluso otra actitud para enfrentar la vida, cuestiones que a la larga se terminan acentuando a mayores grados de calificación educacional, e inciden de forma decisiva en el rendimiento académico.

Si a esto le sumamos la baja calidad pedagógica de personajes como Boza, la combinación es triste, deserción universitaria, mayor cantidad de años para titularse, y cosas por el estilo. si bien esta desigualdad en las habilidades existe , siempre hay medidas remediales que se puedan poner en practica. Y esto es lo que muchas veces no  hay. Claro,  si un joven pobre fracasa en sus estudios toda la culpa  la tiene el, el, y nadie mas que el, sin considerar la ausencia de políticas internas dentro de cada universidad para enfrentar el problema de la desigualdad que lastra nuestras sociedad y enturbia las relaciones.

En referencia lo segundo, la fijación de la elite con lo extranjero, preferentemente europeo o norteamericano, se trata de lo que ya muchos autores han señalado, la incapacidad de las elites para generar un proyecto de país, arraigado en lo local y consensuado con los diferentes estamentos del país, y la represión sistemática al proyecto de sociedad creado desde los sectores populares. No es difícil ver como muchos establecimientos educacionales promocionan las cualidades de su proyecto educativo plagiando o recurriendo a modelos educativos extranjeros, desarrollados en Singapur o en Finlandia, por poner ejemplos. Evidentemente estos métodos pueden ser muy buenos, pero en Chile no funcionan como  deberían, debido a que no somos ni singapurenses ni finlandeses. Somos latinoamericanos a pesar de que a muchos les cueste reconocer, y nuestra estructura social, contexto político y económico, nuestra historia, son cuestiones totalmente distintas a los contextos en donde se han desarrollados, la mayor  parte de los modelos educativos que conocemos.
Boza dándole la bienvenida a sus alumnos clientes

Esto no  solo para en el ámbito educativo, también lo vemos en la organización económica del trabajo, comercio, políticas publicas, vivienda, vestuario y cuestiones por el estilo. Y claro si es que los modelos fracasan es por que la raza es la mala, no porque la elites impongan modelos de organización ajenos a nuestro contextos social, modelos que ellos consideran superiores por ser europeos o norteamericanos. Como  bien dice Gabriel Salazar, solamente estudiando y analizando nuestro contexto particular de sociedad podremos encontrar las soluciones para nuestros problemas, y así construir, conjuntamente una sociedad mas justa, inclusiva y tolerante.