El tema a analizar en la
columna se centra en el discurso presidencial del 21 de Mayo reciente, me
quiero enfocar especialmente en el área que delata una ideología estatal,
propiciada por el sistema neoliberal, que ha sido punto común de análisis en
los últimos 22 años, el excesivo papel de los bonos y subsidios de distinta índole
(productivo, sociales, étnicos, etc.) o literalmente la “bonificación de las políticas
publicas”.
El hecho de dar bonos y subsidios
para alimentación, para movilidad social, por bodas de oro, por nivel de ingreso,
etc delata una doble cara; por una parte se generan cortinas de humo en torno a
problemáticas profundas que tienen su “solución” en políticas superficiales, o
para resumirlo coloquialmente se trata de “tapar los hoyos del camino con
tierra para que dure un rato “. Por otro lado el papel instrumental y funcional
que adquieren las políticas publicas que están tras estos bonos y subsidios.
La primera arista se relaciona con
posicionar a los subsidios y bonos como soluciones parche a un sistema que
comienza a dar claras señales de desgaste. Un desgaste escenificado en
movimientos sociales de distinta índole que demandan un cambio sustancial en
las relaciones mercado/sociedad, basta recordar el movimiento estudiantil de 2011,
o las protestas ambientales en torno a la instalación de termoeléctricas e hidroeléctricas,
u hoy en día, los reclamos regionales por los altos grados de exclusión
territorial. Estos síntomas de desgaste
tratan de ser solucionados de una manera superficial, orquestada por un
aparataje mediático y político que intenta disfrazar a los bonos y subsidios de
soluciones definitivas, cuando en realidad solo son un parche de problemas mas
profundo, y en muchos casos propios del funcionamiento estatal.
Aquí juega un
papel central el chouvinismo (visto como una exaltación excesiva
de ciertas practicas y discursos sociales que caen en la demagogia o
“vender humos”) del discurso politico,
especialmente por parte de los presidentes y ministros que tienden a ubicar
estos subsidios como temas centrales en
la palestra publica. Estas cortinas de humo son útiles para mantener el
foco centrado en el subsidio o bono especifico, obstaculizando una mirada mas
amplia al proceso Por ejemplo al hablar
de bonos para la alimentación familiar de los quintiles mas pobres se esconden
tanto las desigualdades sociales centradas en el ingreso como la exclusión
social que esta desigualdad genera . O sea problemáticas de exclusión social y
desigualdad se reducen a la alimentación familiar y lo que es peor, a montos en dinero.
El segundo tema
es mas profundo y tiene que ver con la reducción de las políticas públicas a la
implementación de bonos y subsidios, o sea, una política estatal solo como un instrumento
que entrega recursos.
Este papel tiene
mucho vínculo con el sistema-mundo, a razón de Wallerstain, impuesto en Chile
que reduce el papel estatal a subsidiar y promover actividades sociales. Esta noción
de política publica esconde sesgos de participación (papel paternalista de las
organizaciones estatales hacia las comunidades y lazos de dependencia) y
verticalizacion en la toma de decisión (políticas sectorizadas y empaquetadas
desde el ente central sin capacidad de modificación local).
En resumidas
cuentas estas nociones de bonificación y subsidio solo perpetua relaciones de dominación
entre ricos y pobres. Para generar verdaderos cambios se necesitan cambios
estructurales en la manera de enfrentar las problemáticas, o sea, un cambio en
las relaciones Estado/Comunidad/Mercado. Ojo eso si no se engañe lector ,
aquellos grupos políticos que hoy ponen el grito en el cielo frente a esto hoy
en día , fueron los mismos que ayudaron a mantenerlo y hacerlo cambios cosméticos
. El mejor árbol de arrime son los movimientos y organizaciones sociales (ONG,
agrupaciones en terreno) que han concentrado estas temáticas en resistencia en
lo últimos 22 años.
una columna de @elparia , sígalo!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario