miércoles, 19 de enero de 2011

• Heteronomía & Autonomía; en la Construcción de la Realidad Social


Las relaciones intersubjetivas, las relaciones inmediatas entre los seres humanos (familiares, amistades, compañeros de escuela), nos remiten a lo histórico-social, a las redes intersubjetivas y sus productos, pero también a lo “colectivo anónimo”, a las instituciones y estructuras, a lo instituido y a lo que instituye, a la historia hecha y a la historia que se hace.

En este plano nos topamos, nuevamente, con la heteronomía ya que si es la heteronomía lo que limita a la autonomía, la heteronomía social va mucho más allá del “discurso del otro”. El otro ha desaparecido en la colectividad, en estructuras verticales impersonales, en instituciones heterónomas, en la determinación de la economía o de la ley. La heteronomía social se manifiesta como masa de condiciones de privación, como estructura solidificada global, material e institucional, manipulación y violencia, pero también en el condicionamiento del hacer de los individuos su-puestamente libres por el campo social en el que viven.

En el mundo occidental contemporáneo (dice Castoriadis) el supuesto individuo “libre, soberano autárquico, sustancial”, en la gran mayoría de los casos ya no es sino una marioneta que realiza espasmódicamente los gestos que le impone el campo histórico-social; hacer dinero, consumir y gozar. Supuestamente es libre de darle a su vida el sentido que quiera, en la aplastante mayoría de los casos no le da sino el “sentido” que impera en la sociedad del consumo de hoy en día.

Su “autonomía” vuelve a ser heteronomía, su “autenticidad” es el conformismo generalizado que reina alrededor de nosotros. Ninguna autonomía individual puede superar las consecuencias de este estado de cosas o anular los efectos en nuestra vida de la estructura opresiva que vivimos. Las instituciones, por tanto, resultan heterónomas si finalmente se autonomizan cobrando de esta forma una lógica y una dirección propia.
“La autonomía individual sólo puede realizarse plenamente en una sociedad autónoma o democrática, que permanentemente cuestione y pugne por la eliminación de las injusticias y opresiones, que siempre ponga en entredicho el poder concentrado en unas cuantas manos” 
Por tanto…
“La autonomía individual -cuestión ética fundamental- exige la autonomía social -asunto y problema político. La autonomía nos lleva de la ética a la política, ya que, según hemos visto, no se puede querer la autonomía sin quererla para todos, y su realización no puede concebirse plenamente más que como empresa colectiva”. 


Por tanto, la libertad individual debe entenderse como liberación colectiva. Para Castoriadis la libertad como autonomía se volvió concreta y relativa, ligada a las heteronomías, es de esta forma como -para Castoriadis- se desarrollan los procesos en que se instituyen las significancias que establecen la(s) realidad(es) social(es).


• Significación Continua de la Realidad
“El orden de la naturaleza no es directamente aprehensibles por los seres humanos; el orden natural es desorden sin la mediación de una actividad mental ordenadora, vinculante significativamente de las partes que lo componen; la realidad no es auténticamente real sin esa misma actividad”.

El proceso constante de significación de realidad no se podría desarrollar sin un elemento fundamental, el proceso mental ya que a través de el realizamos el proceso fundamental por el cual podemos desarrollar la actividad de construir nuestras realidades continuamente, me refiero a la entrega de significancia, el significar. constituyendose siempre desde la experiencia personal, desde la experiencia yoica.


Las sociedades modernas construyen sus mundos de la vida influenciadas por una matriz histórica y cultural que es producto de la amalgama entre las matrices principales del desarrollo humano y las experiencias particulares de cada sociedad. Esta amalgama deviene en una cotidianeidad en la que los sujetos desarrollan sus significancias continuamente este mundo de la vida cotidiana es lo que se debe establecer como realidad, el sentido común que lo constituye se presenta como la "realidad por excelencia", que se impone a los individuos ya que se le presenta a estos como natural.

No obstante esto, la producción de nuevas significaciones no cesa. En el devenir de la sociedad humana es innegable el planteamiento que hace referencia a que esta en su desarrollo histórico ha construido múltiples y variados momentos y etapas, que son etapas y contextos socialmente construidos, como la relación individuo sociedad que para mí, es un proceso dialectico.

Se construyeron históricamente también múltiples y variadas subjetividades, este proceso, no acaba , siempre está desarrollándose, y de esta forma conformando e instituyendo diferentes contextos que plasman en la materialidad la multiplicidad de significaciones que como sujetos construimos, ha esta la denominamos realidad, es por tanto, la institución imaginaria de la realidad. En cada instante se conforma e instituye realidad, como La Realidad.

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