jueves, 6 de octubre de 2011

El beber como cuestión ontológica; Defensa del buen beber

Todas las grandes civilizaciones, tanto del mundo occidental como oriental, ponían en el beber como un hecho necesario e indispensable a la hora de desarrollarse, basta mencionar la mitología griega y la copia romana para darse cuenta el pilar que estehobbieposee en estas culturas; la mezcla entre la fiesta, el beber, el salirse del marco, el compartir conforman un compendio de realizaciones que el hecho detomarse configuran entre sí.

En el mundo actual, esto se ha masificado a gran parte de las culturas, los pub ingleses que se fueron modificando contextualmente a lo largo del tiempo conformaron el espacio físico concreto en donde se desenvuelve esto, aparte claro, de la mas tradicional históricamente, la casa misma.

En el caso particular chileno ,el beber se ha mezclado con el mercadeo de productos y la instalación de ciertas imágenes que ponen el hecho del beber como el mero hecho de carretear o de ir a discotecas a buscar rubias platinadas y de nariz europea o gringa. Se ven gerentes de un terno bien comprado en Italia o Francia sentado en un bar en donde sus tragos cuestan el sueldo de gran parte de los tipos que trabajan en la propia promoción, en palabras simples, el beber como una cuestión de consumo elitista y acotado a un espacio físico concreto.

El caso de las promociones de cervezas y piscos dan un poco la noción de hacia donde apunta el cuento etílico en nuestro país. El hecho de ver tipos de edad vienteañera carreteando con 10102 personas en un departamento del barrio alto no es necesariamente una fiel imagen de lo que el beber puede generar.

Suena a resentido social plantearlo de esta manera, pero es el tipo de marketing y promoción de productos que vemos a diario en nuestros periodicos, teles, etc. es decir, un tipo de instalación del beber sólo visto desde un prisma, el que se supone debe ser el aceptado por el grueso de la gente, esa aspiración del consumidor comoel zorron de la cerveza o el tipo del traje de moda del pisco.

Quizás, ni siquiera se dan cuenta, pero la superposición de imágenes , productos, ventas etc. Confunde a todos. Conjeturas podemos hacer, lo que pretendo instalar es el beber como una cuestión mas bien transversal, un beber que no se justifica solo en el carretear si no mas bien en el compartir algo con alguien en un lugar, un beber sin un territorio esclavizado, puede ser la disco, puede ser un pùb, puede ser una plaza, puede ser una casa. Un beber en donde el motivo es lo de menos, el hecho es estar ahí. El beber como un proceso ontológico necesario, para tener válvulas de escape y generar espacios sociales auténticos.

Vía @el_paria "Columnista asociado" :) 


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